jueves, 1 de octubre de 2009

Ese era el problema

Me está dejando de entristecer no hacer una diferencia. En todo. No tengo que ser ni la mejor estudiante, ni la mejor hija, ni la mejor amiga, ni nada. No tengo que hacer que nadie se sienta orgulloso de mí. Tampoco que piensen en mí cuando algo bueno o algo malo pasa.

Tal vez todo el problema era que pensaba que valía la pena hacer una diferencia. Como veo las cosas hoy, probablemente mi paz mental esté en saber que cuando no esté más por aquí no habré dejado un cagadero atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario